La calefacción

En su momento hice un post sobre los pies fríos y ahora que acecha de nuevo el frescor invernal, además de retornar mis helados apéndices, retornan los problemas con la calefacción. Desde abril de este año, The Monch y yo estamos de ocupas en el piso que mis padres abandonaron a cambio de vivir en la playa. El edificio tiene unos 35 años y seguro que se puede demostrar empíricamente que nuestra ocupación ha bajado drástricamente la media de edad de los vecinos y ¡¡¡no somos tan jovenzuelos!!!.

Uno podría pensar que esto es una ventaja, gente mayor acomodada que no da la lata, que no hace ruido y que paga religiosamente la cuota mensual. Pues no, son unos vándalos en las reuniones de la comunidad, hay algún que otro moroso y nuestra vecina de abajo debe de haber provocado una sordera crónica a su pobre marido, cosa de agradecer por otra parte, ya que ahora no escuchamos sus berridos constantes a la hora de la cena...

Sin embargo, lo peor de esta nuestra comunidad es que la calefacción es central y sin contador individual, lo que significa que hasta el 15 de noviembre no se enciende (¡coño!). Esto no es del todo cierto, porque a esta decisión hay que añadir la coletilla de: siempre y cuando no haga un frío excesivo en fechas previas a su encendido. Así que la pregunta que yo me hago es ¿qué son 7 grados de nada?¿es frío excesivo?¿los sabañones son pruebas suficientes para el encendido de la calefacción?¿es necesario que peligre la vida del meñique del pie izquierdo?¿o la de los dos?

El lunes pasado nada más llegar al portal, el dolor de mis pies despertando del letargo invernal, me produjo la suficiente mala leche y decisión como para atacar de lleno al secretario de la comunidad más conocido como "el pinante". Llamo al timbre y "la pinanta" me abre la puerta:

Tocotó: Hola, soy Tocotó la hija del hombre del gas (el anonimato es lo que tiene). ¿Está tu marido en casa?
Pinanta: Sí, viene ahora. (Asoma el pinante por la puerta de la cocina enfundado en una bata gris)
Tocotó: Hola, disculpa que te moleste a estas horas (aun conservaba el suficiente temple para ser educada), una preguntita ¿cuándo se pone la calefacción?
Pinante: El 15 de noviembre, igual lo retrasamos al fin de semana, como hace sol...
Tocotó: Ya... pero se dijo que si hacía frío la fecha era flexible... y verás, en la calle hay sólo 7 grados...
Pinante: Bueno mujer, que tampoco hace frío, con los dias buenos que tenemos últimamente.
Tocotó: Yo no estoy en casa al mediodía y de noche la cama está helada y de mañana cuesta salir de debajo del edredón...
Pinante: Pero a las 12:00 del mediodía en la calle hace calor.
Tocotó: (Vena hinchada) Ya, pero a esas horas estoy en el trabajo, en cambio madrugo y me cuesta salir de la cama (El tono ya no era tan amable, en el fondo significaba: si tú te dedicas a la buena vida, estar de fiesta y sólo estás en casa para la siesta y zampar al mediodía o, eres tan palurdo como para pasar frío porque sí, yo no soy de esas tontaco. Notó el tono...)
Pinante: ¡¡¡Pues yo también madrugo y de noche la cama está helada!!!
Tocotó: ¡¡¡Pues pon la calefacción coño!!! (=entonces es que eres gilipollas)
Interviene la "pinanta" conciliadora:
Pinanta: Es verdad, el problema es que en este edificio hay mucho jubilado... y claro... bien les llega con su radiador...
Tocotó: (RATAS, RATAS, RATAS,...)
Pinante: Además eres la única que ha protestado hasta el momento...
Tocotó: Me da igual, eso no es un argumento, que se ponga ya la calefacción (entré en el ascensor muy digna y para casita)



The Monch me vió llegar con todos mis apéndices congelados pero los ánimos a 100 grados:

Tocotó: Ni te imaginas las explicaciones del "pinante"
The Monch: ¡¡¡Pinante dimisión, por fascista y por cabrón!!!
Tocotó: ¡Que dice que no la enciende hasta el fin de semana!
The Monch: ¡¡¡Pinante dimite, la comunidad no te admite!!!
Tocotó: ¡Que si hay mucho jubilado ocioso! ¡que le den al jubilado! ¡coño!
The Monch: ¡¡¡Pinante cabrón, pon la calefacción!!!

Ya no pude aguantar y rompí a reir a carcajadas, los instantes siguientes coreamos las consignas por toda la casa y fue el mejor desahogo posible. Después, a cenar algo calentito y al sofá a acurrucarse con la manta en el regazo y la sudadera bien abrochada.

Al día siguiente encendieron la calefacción...

Mis gustos raritos

Muy buenas, ya estoy de vuelta y encima con un tremendo meme que me envía la Navaja en el Ojo, sí, esa que dice que para ella a los meme sólo les falta la z al final... La verdad es que éste en particular me resulta mucho más entretenido que esos de: "coge el libro que estés leyendo y ve a la página 123 y bla bla bla..." Pues en mi último manga de Tezuka dice "¡¡¡Atchon Burike!!!", perdón, no existe la página 123...

Ya me estoy liando, al grano. Este meme se basa en una noticia que apareció en Maxim donde elaboraban una lista de los famosos menos atractivos. Entonces la Navaja se paró a pensar en aquellos que, sin tener nada especial o incluso siendo feuchos, despertaban en ella un sentimiento erótico festivo. Y ahora me toca el turno de confesión. Aviso: lo mío es de traca.

1- Jorge Garbajosa. Sí, lo sé, soy una depravada, pero ¿qué coño le veré yo a este señor de nariz y orejas desproporcionadas? Pues ni pajolera, pero me encanta, yo creo que cuando ganaron el mundial y lo vi saliendo de la ducha con la toalla a la cintura casi me sube la fiebre. Hay que ser honestos, estaba en cama con gripe y tenía fiebre... ¡¡¡pero es que casi rompo el termómetro!!! En mi favor he de decir que el chico de cuello para abajo está estupendo y juega en la NBA ¿eso no cuenta?

Qué voy a hacer, me gustan los hombres altos, delgados y de nariz grande. Sin embargo me horroriza Adrian Brody y después del anuncio de schweppes, que como bien decía Laurita parecía que padecía gases crónicos, pues todavía peor...

2- Sean Bean (más conocido como Boromir). Que no me dirán que no tiene algo ¿eh?. Cuando veía la película "los anillos del señor", yo pensaba: con lo hermosote que está este hombre, que le den el anillo coño... Porque no se puede comparar a Viggo Mortensen (que pueden comprobar que tiene un culo feo en Promesas del Este) con este inglés fornido con esos ojitos que son dos hermosas ranuritas cuando se ríe... ¿Qué siempre hace de malo? ¿y qué? ¡Secuéstreme Sr. Bean!.

3- Jeff Goldblum. Nadie en su sano juicio puede decir que este hombre no es atractivo, pero miren qué boca, qué expresividad, y de cuello para abajo no digo nada, un diez, ¡qué digo un diez! un once y yo de poner notas sé mucho ¿eh?. Ay ese partidito de tenis en "9 meses"... Y se mantiene en forma con el paso de los años.

También hay que decir que este señor tiene su lado oscuro, porque no se puede ser amigo de Cronenberg y trigo limpio al mismo tiempo. Es como ser íntimo de la Pantoja y no defraudar a Hacienda.

4- Mark Kelly. Los lectores se estarán preguntando ¿y este quién es?. Pues ni más ni menos que el teclista de mi grupo musical favorito: Marillion. Tuve la suerte de que mi queridísimo Vicisitud me lo presentase en un concierto y que me lo pusiese al teléfono tras otro. Desde entonces está en el top ten de mis guaperas. Un irlandés cachas de 46 años con la cabeza rapada y una sonrisa de oreja a oreja... ay... He intentado encontrar una foto suya con pelo, pero parece que el muy coqueto las haya eliminado de la red (menos mal, por otra parte...)

5- Luc Wilson. Una tremenda cara de empanada y una mándibula de campeonato. Aunque siempre hace papeles de comedia donde parece un pánfilo de cuidado, a mi me tiene ese aire dulce que me atonta...

6- Eric Bana. Ese hombre que en Hulk me pasó desapercibido, en Troya me dejó medio tonta y en Munich me dió mucho igual. O lo que es lo mismo: ¡lo milagrosa que resulta una barba en este señor!. Vicisitud me pirateó Troya al conocer mi enamoramiento instantáneo; la estaba viendo cuando llegó el fatídico momento, la muerte de Héctor, apagué el dvd.


Seguro que me dejo muchos en el tintero, pero esta es una buena selección. Ahora espero las confesiones de las y los que me visitáis en los comentarios.

Actualización: Ya he encontrado varias webs donde se habla del parecido razonable de Eric Bana en Troya con... ¡Jorge Garbajosa! Para muestra un botón. Será que me gustan desaliñados y barbudos???


¿A espada de quén?

Hace unos días nos reunimos un grupo de amigos en casa para cenar y catar todo tipo de bebidas espirituosas. Sin saber muy bien porque entre conversaciones varias salió el tema del programa Supermodelo 2007, al que The Monch y una servidora estamos enganchados. Para el que no lo conozca, se trata de un reality donde 12 niñas de 16 a 23 años aprenden modelaje y la que gane representará a España en el concurso internacional Elite Model Look. Es un programa muy entretenido donde se pueden encontrar grandes momentos como:

- Niñah, que man cogío pa la sesión de fotoh de ropa surf en Santander ¿ande está Santander?

- Yo puedo llevar el pelo suelto como recogido (léase: tu llevas las orejas desabrochadas)

- ¡¡¡Porca Troya!!! (el profesor italiano de pasarela cuando haciéndolas desfilar a ciegas se despista y no avisa del final de la pasarela...) o

- El momento en el que Judith Mascó, de la que creíamos en la primera edición que era tartamuda, se arranca con un: "María Vicente siente la espada de Democles sobre su cabeza". ¿A espada de quén?


Según mis amigos la pobre no se había equivocado: "es el acento catalán que le puede". No sé si será verdad, pero gracias a la ayuda inestimable de la enciclopedia Espasa, que lleva muuuchos años combando la madera de las estanterías, recordamos y descubrimos a dos grandes personajes de la historia:

Damocles: Cortesano de Dionisio, tirano de Siracusa, que vivió en el siglo V a. de C. Como envidiaba la fortuna del rey, éste le ofreció por un día su trono, sobre el que Damocles vió una espada suspendida de una crin de caballo y amenazando su cabeza, con lo cual Dionisio le quiso dar a entender que no era envidiable la situación de los tiranos.

Democles (el Hermoso): Joven ateniense de gran belleza que, para escapar a los deseos libidinosos de Demetrio Poliorcetes (que perseguía a quienes trataban de eludir sus galanterías), se precipitó en una caldera de agua hirviendo, suscitando, más que la admiración, el estupor de sus conciudadanos, poco avezados a semejantes ejemplos de pudor y de esquivez, el año 301 a. de C.

Por lo tanto, mejor que estar bajo la espada de Democles sería mucho más acertado decir cosas como: eres más deseado que la 'espada' de Democles o estás más caliente que la 'espada' de Democles... Se me ocurre alguna que otra cosilla más, pero este blog es para todos los públicos...

Metros cuadrados

La cuenta vivienda nos persigue y esta vez no podemos añadir la coletilla de: pero nosotros somos más rápidos. No, no hay nadie más rápido que hacienda, así que no nos queda otra que encontrar piso antes del 25 de diciembre o, lo que es lo mismo, estas navidades de regalo... ¡una hipoteca!

Hemos comenzado la búsqueda de piso hace 3 días y en 72 horas ya nos hemos hecho una idea muy aproximada de lo "bien" que está el mercado de la vivienda... En el momento que dices: "3 habitaciones, 2 baños, garaje y un presupuesto de 240.000 eurazos" el agente inmobiliario se muerde la lengua y su rostro se tansforma haciendo muecas indescriptibles con tal de no descojonarse en tu cara...

Por otro lado, ni The Monch ni yo tenemos esa visión especial que tienen los que son capaces de decir: "¡qué posibilidades tiene este piso!, es una gran inversión" cuando lo único que alcanzamos a ver son 3 huecos mal distribuídos, un plaqueta de cuando Jesucristo perdió el bolígrafo, los encajitos encima de los sofás de skay y ese penetrante olor de ¡señora, ventile coño!.

Ahora mismo estoy en Valladolid en un congreso, pero a la vuelta retomamos la dura búsqueda... Seguiré informando, pero mientras os cuento una anécdota graciosa que me ocurrió ayer mismo en la plaza mayor vallisoletana. Suena el teléfono:

- ¿Sí?
- Hola, ¿está Andrés?
- No, aquí no hay ningún Andrés.
- ¡Ah! Es que yo llamaba por un piso en la calle Venezuela.
- Bueno, yo no soy Andrés, pero estoy buscando piso y si es en la calle Venezuela y con un precio majete me interesa.
- Puff, pues no es el caso. ¿tu novio no se llamará Andrés?
- No...
- Gracias y disculpa.
- De nada, pero si ves algo interesante por ahí, me llamo Tocotó y noto el aliento de hacienda en la nuca.

Perezosa

Hace poco leí en un blog que cuanto más tiempo se llevaba sin escribir, mayor era la pereza que producía hacerlo. Puedo constatar que efectivamente se trata de mi caso. Hace mucho que tengo abandonado este diario y, la verdad, durante un tiempo fue por vacaciones, después por la depre postvacacional y ¿ahora? Ahora no tengo más excusa que la pereza y lo de este post ya ni tiene nombre...

El escribir en dos blogs supone doble trabajo y después de una pequeña aventura portuguesa he pensado, ¡¡¡qué coño!!! ¿por qué no lo escribo en uno de ellos y luego redirecciono desde el otro? Sí, soy vaga y perezosa como el bicho de la foto, aunque menos peluda.

Todo esto tiene una explicación lógica aunque no lo parezca: el otro blog, La Vista Gorda, que a lo mejor algunos ya conocéis, está dedicado al mundo académico. Bueno, creo que la mejor definición es que en realidad se trata de una vía de escape ante las cosas que nos ocurren en la facultad, ya sean las locuras de nuestros alumnos o las propias, y ya que la anécdota en cuestión está relacionada con mi faceta académica, si tenéis curiosidad... no os queda más remedio que pinchar aquí.

Ocho cosas sobre mi que no sabéis

Mi querido Vicisitud me ha incluido en unos de esos memes a los que siempre he tenido manía y que pensé que nunca me tocaría contestar, pero viniendo de él y tras leer sus fantásticas confesiones no me queda más remedio que cumplir, así que ahí van:

1. Soy muy miedosa y asustadiza y no me gusta nada la oscuridad.

2. Puedo parecer muy extrovertida y lanzada pero en el fondo soy una persona muy tímida.No soporto que me graben en vídeo y cuando lo hacen, me quedo petrificada. Aun recuerdo mi tartamudeo y mi falta de memoria cuando, hace unos años, la telegaita me preguntó por The Pretenders instantes antes de que empezase el concierto. No me acordé de ningún título por lo que, mientras la cámara me enfocaba, le preguntaba impaciente a The Monch por cada canción, sonreía como el Cordobés y tartamudeaba al mismo tiempo. Como no, no salí en la tele, pero The Monch tuvo sus segundos de gloria. Desparpajo que tiene el chico...

3. Me revienta que me agarren de los brazos y no poder moverme a mi antojo, es como una especie de brazoclaustrofobia. ¿Será porque gesticulo mucho cuando hablo?

4. Me ponen nerviosa las arrugas en los manteles o las alfombras, los cuadros torcidos y determinados sonidos, como el de comerse las uñas, o masticar con la boca abierta... Parezco un poco maniática, pero se me aguanta bien.

5. Dicen que conduzco bien, aunque soy un poco brusca y de claxon fácil. De todos modos lo mío es el claxon docente, es decir, un pitido de Tocotó="que sepas que lo que has hecho está mal y ni se te ocurra volver a repetirlo". Eso sí, cuando estoy un poco nerviosa el claxon va acompañado de todo tipo de improperios más propios de una camionera que de una pulpita con clase.

6. Como buena gallega añado el típico -iñ@ a multitud de palabras y en multitud de ciudades NO gallegas. El graciñas no lo suelto, pero el hombriño y el mulleriña tampoco y acabo pasando una vergüenciña tremenda.

7. Unos carnavales me disfracé de Sabrina Salerno con unas macrotetas postizas, un top negro de terciopelo de mi santa madre y un short vaquero. Por aquel entonces tenía el pelo corto y gafas de pasta tamaño azafata del 1, 2, 3. Menos mal que fui consciente de las pintas y al final no salí de casa de esa guisa.

8. Un día tuve un pequeño apretón en el Corte Inglés y cuando accioné la cisterna noté como el agua ascendía y ascendía sin trazas de volver a bajar. Huí despavorida ante la mirada atónita de la señora de limpieza que entraba en los baños en esos momentos. Seguro que todavía se está acordando de toda mi familia pulpeira...

Creo que ya es suficiente por hoy, además como soy buena no pasaré este meme a nadie, eso sí que todo el mundo se sienta libre de contar sus intimidades cuando quiera y por supuesto que me avise...

Pingo

Pingo era amarillo como un pollo, con poco morro y mucha clase. Era suave y lleno de nubes por dentro y tan cómodo, tan, tan, cómodo que se transformaba en una cama en un abrir y cerrar de ojos, aunque no sé si su dueña llegó a usar este gadget... (que comente, que comente...).

Hace unos años me comentaron, "la gente no te toma en serio con un pingo" y digo yo ¿qué importa que te tomen en serio o no cuando conduces el vehículo más redondo del mercado? Sí, redondo: la carrocería redonda, los faros redondos, los puntos gordos amarillos que te indicaban el estado del depósito de combustible... Pero con los años Pingo, dejó de tener un motor redondo y empezó con los achaques propios de la edad, que si la batería, el cambio de marchas... tanta marcha tenía que hasta le empezaron a fallar los frenos. Con dolor de corazón su dueña se lo dejó a la Renault con los papeles de donación de piezas en toda regla y nosotros todavía lo echamos de menos.

Pingo tenía una conductora enfermera, dos pedales, tres puertas, cuatro plazas y ahora… un sucesor cinco estrellas.

De congreso en congreso


Hola a todos, no es que me haya olvidado de vosotros, pero así es la dura vida del congresista. Primero fue Bilbao (una semana), luego 4 días en Madrid y ahora me toca Praga (8 días). Y que nadie piense que me vengo de turismo, no, no, que una viene a trabajar duramente y a contar artículos dificilíiiiiiisisisisisimos y en inglés. Vamos que con el estrés no consigo disfrutar en condiciones de las ciudades que visito.

¿Ha colado? ¿no?, bueno, lo he intentado. Nos vemos a la vuelta.

P.D: Este post lo he escrito en un descanso entre sesiones y no en medio de una plenaria coñazo de esas ¿eh? aunque ganas no me han faltado...

9 cm


- Cielo, he encontrado los zapatos para la boda...
- Estoy acojonado...
Sí lo conseguí, desde las 19:30 hasta las 3:30, sobre unos tacones de 9 cm... yo, la pulpita de las chanclas y las deportivas... ¡¡¡Qué alegría!!! Ahora a hacerle la competencia a Doña Letizia.

¡Viva Italia!

Hay unas cuantas razones de peso para adorar Italia: su comida, el italiano, Roma, la vespa y Franco Battiato. Se trata de una mezcla tal, que encantaría a cualquiera y ¿os imagináis cómo sería la conjunción de todas ellas?:

Pongámonos en situación: Roma 13:30h, avanzas rápidamente en vespa, haciendo eses evitando a los locos conductores italianos, y con ese traqueteo continuo de los adoquines del pavimento te diriges por la Vía del Corso hacia la Piazza de Venezia. El hambre acecha y el olor a pizza inunda el ambiente, aparcas y callejeando encuentras ese bonito ristorante cerca de la Fontana di Trevi, ¡qué cognio (coño)! te dices, la pizza para llevar y la vuelta la lanzas de espaldas con la mano derecha por encima de tu hombro izquierdo a las aguas de la Fontana, aun a sabiendas de que te vendría de perlas para un espresso o un helado de tres pisos de postre. Ummmm, exquisito, pero… ¿y Franco Battiato? Rebobinemos...

Roma 13:30h, avanzas rápidamente en vespa, sentada de medio lado y abrazada a... ¡Battiato? ¡¡¡Ah!!! No, ejem, esto pierde algo de encanto... otra vez a rebobinar...

(...) sentada de medio lado, sujetando firmemente la falda con una mano, mientras con la otra abrazas a la mejorada reencarnación de Marcello Mastroianni. No importa el temblor de la moto sobre los adoquines, pero el hambre aprieta y en el ristorante suena "L’animale" de Battiato mientras saboreáis un buen plato de spaghetti…

Ma l'animale che mi porto dentro - El animal que yo llevo dentro
non mi fa vivere felice mai - no me ha dejado nunca ser feliz
si prende tutto anche il caffè - me roba todo, hasta el café
mi rende schiavo delle mie pasión - me vuelve esclavo de mis pasiones
e non si arrende mai e non sa atenderé - sin desistir jamás y nunca espera
e l'animale che mi porto dentro vuole te - y el animal que yo llevo dentro te ama a ti

Tras imitar a la Dama y el Vagabundo, os dirigís a la Fontana y echáis a perder la vuelta con un alegre lanzamiento. Finalmente, de nuevo a la vespa y a reposar la comida en la Piazza de Espagna. En las escaleras te sientas unos peldaños más abajo y te acurrucas en el regazo de Marcello, tras la breve siesta te despiertas en primavera, como en la canción de Battiato, pero en las Rías Baixas. En fin, un sueño perfecto, pero un despertar un poco decepcionante.

Este post va dedicado a The Monch, mi Marcello particular, a Michael Knight, por mi primer paseo en vespa y a la Navaja y Vicisitud por engancharme a Franco Battiato.

NO, No, no, bueeeno, sí, SÍ

De tener que escoger una de las opciones, siendo sincera, me quedo con el "SÍ". Tengo un pequeño gran problema y es que me cuesta mucho decir que no. Ante cualquier petición, por mucha pereza que me dé, siempre acabo la frase con un "por supuesto, sin problema". No quiero que ninguno de mis amigos piense que me siento obligada ante cualquier favor que me pidan. No es el caso, yo aplico la ley abusa de tus amigos que tus enemigos no se dejan y fiel a mis principios, no me quejo de los favores que les hago. La cuestión es que me he parado a pensar y hay numerosas situaciones en las que debería haber dicho que no y he sido incapaz.

Por ejemplo, para el bodorrio del Sr. Roca, donde lucí mi estupendo bronceado y que transcurrió tan bien que debemos de aplicar censura en las fotos a partir de la décima, decidí ir a una peluquería al lado de casa en lugar de a la de toda la vida:

- Hazme un recogido sencillito que esas cosas recargadas no me gustan nada.
Cuando me dejó un espejo para ver el peinado desde todos los ángulos posibles, me resultó imposible no encontrar un mechón cardado y tenía más horquillas que un postizo de Betty Misiego. Tras sugerir algo más sencillo, me quitó 5 horquillas y después de un ¿está bien así? y mi por supuesto de rigor, me fui a casa tras pagar 20€. Cuando llegó The Monch, me encontró en el baño tirando a la basura los 20€ y las 25 horquillas. Pero la cosa no acaba aquí, al llegar a la iglesia, se acercó el novio y dirigiéndose a Petete, a la Marquesa de Quincarallas y a mi nos dijo: "¿Alguna quiere leer las peticiones?" No se me ocurrió decir, aquí, yo, yo, a mi, a mi, levantando mis brazos compulsívamente, pero ante la negativa de las otras dos, a pesar de mi aversión a la santa madre iglesia, acabé en el altar diciendo cosas del estilo: "Por la santa Iglesia, para que Dios le conceda ser siempre la esposa fiel de Jesucristo. Roguemos al Señor." Como venganza particular por el sarpullido que notaba aflorar por mi espalda en dirección hacia el cuello, pícaramente le guiñé el ojo al novio desde el altar.

Desde hace varios años, las asociaciones de drodependientes rehabilitados se pasan por la universidad en diciembre entregando calendarios del nuevo año a cambio de un pequeño donativo. Ni que decir tiene que los calendarios en su inmensa mayoría hacen referencia a cierta paloma que les ha ayudado sobre manera en su recuperación, por lo que acaban olvidados al fondo del cajón. Otras veces, pretenden ser graciosos y ponen, por ejemplo, una bella estampa de dos elefantes en plena caída de Roma con pie de foto: 'fabricando marfil'... Al principio venían las dos asociaciones que conoce todo el mundo en la ciudad, pero ahora han proliferado como los champiñones y cada año te asaltan en el despacho cinco o seis diferentes. Hace poco nos informaron que muchas de ellas son un timo y que gracias al cuento recaudan unos buenos dineros. Mis compañeros ya no sueltan ni un céntimo, en cambio yo, ahí sigo fomentando el engañp, soy incapaz de decir que no al chico con aspecto desaseado por el que tanto ha hecho la asociación de turno.

Ya por último, entre muchas otras cosas, no me resisto cuando me ofrecen lotería nacional o cupones de la once. Pero no me toca ni el reintegro y no consigo dejar de trabajar y dedicarme al vivir del cuento...

Creo que esta noche empezaré la terapia del "NO" delante del espejo y con lo que ahorre me compro la toalla de la playa que odio que se cuele la arena en mis ventosas. Venga empiezo, NO, NO, No, no, no, ummmmm, a lo mejor... ¡¡¡qué debilidad!!!

Felicidades

Felicidades con retraso a todos aquellos que estuvieron de santo el 25 de Mayo. No me refiero a los Gregorios o a las Magdalenas, no, sino a todos los freaks. El 25 de Mayo se celebra el Día del Orgullo Freak y se fijó esa fecha al ser el estreno en EEUU, hace ya 30 años, de “La guerra de las galaxias”. Creo que todo el mundo conoce la repercusión de la telenovela espacial más importante hasta la fecha.

He buscado Tocotó en el santoral toda la tarde y como no aparece, he decidido que a partir de ahora mi onomástica será el 25 de Mayo. Considero que podría estar dentro del grupo de los freaks y para mi eso no es un insulto, no señor, más bien lo catalogaría como uno de mis variados encantos. Alguien que escucha a Marillion y a Rush como algo normal, que disfruta de la conducción con Battiato en la radio cantando “era la puta más gorda que jamás había visto” sin que esto le parezca extraño, o que se sabe de memoria la conversación del balcón entre la Baronesa y el capitán Von Trapp de Sonrisas y Lágrimas, debería recibir más de un regalo el 25 de Mayo. Pero nada, ni uno, se han olvidado de mi… incluso aquellos que, a pesar de negarlo por activa y por pasiva, también están de santo ese mismo día ¿verdad Navaja? ¿y usted Foquiño Lindo? Vicisitud lo admite sin miramientos y hasta presume de ello, felicidades hermanito.

Muchos de mis amigos me acusan de estar un poco chalada, no en vano hasta mi padre me dice que estoy como una caldereta, tengo sus genes, así que… incluso The Monch opina lo mismo. La verdad es que ya apuntaba maneras de pequeña, cuando le dije a una señora en el ascensor: “que fea es, parece E.T.”, o cuando quería de regalo de cumpleaños la cinta de Sara Montiel cantando fumando espero (la tengo), o cuando para ir a la piscina sólo quería un bañador morado de mariposas amarillas… Con los años no he cambiado mucho, mi gusto por la ropa colorista sigue en su apogeo, mi cabeza me gasta malas pasadas y acabo soltando barbaridades como: “es que yo soy muy elegada y educante” o “bueno y no os aturulléis… hala, hasta mañana” (final de una clase en la que es obvio que no quería decir eso, mis alumnos quedaron aturullados) y lo último, un día bajando en el ascensor con un vecino, tuve un pequeño problema gaseoso y le eché la culpa, obviamente él sabía que no había sido, pero la mirada amenazante de “serás guarro” lo convenció. Gracias a Neptuno mis gustos musicales han mejorado considerable y progresivamente, por mucho que la gente se queje de ellos… Pues nada de quejarse, aquí la que tiene el derecho al pataleo ahora mismo soy yo, exijo mis regalitos aunque sean con retraso. Bueno, por este año os perdono, no todos somos conocedores y merecedores de tan venerable onomástica. Pero el año que viene no me falléis...

Vuelta y vuelta

El Sr. Roca se casa y como buen gallego, sabe que en el banquete no puede faltar un buen pulpo y no me refiero al menú. Tras hacer recuento de los modelitos de bodorrio disponibles me he decidido por el vestido fucsia. Ahora bien, se imaginan como queda el verde pulpeiro y el fucsia, mejor no lo hagan, sería dañino para la vista. Así que dado el color enfermizo que me gasto he decidido ir al solarium. Petete, que también está invitada, está en la misma situación que yo, su color anaranjado desvaído patuno le va muy mal con el vestido color penelopecruzenlososcar, así que ambas nos dedicaremos al tueste durante las próximas semanas.

Nuestra estrategia ha sido informarnos cada una por separado en dos centros de bronceado distintos. Su informadora hablaba mucho sin decir nada y escondiendo los extras. La mía... bueno, la mía no hablaba, me sacó un folleto y me plantó: "léete esto y te lo piensas". Lo pensé y pasé por el centro al día siguiente. Cuando accionando su sistema automático se disponía a darme de nuevo el mismo folleto de hacía 24h, le avisé, que no mujer... que ya lo tengo claro, voy a comprar el bono. Ayer mismo me estrené en estas lides del solarium y la verdad es que fue realmente gracioso.

Gracias a la ficha que tuve que cubrir y a la información que leí acerca de los peligros del solarium, sabía que no podía llevar joyas, horquillas, mejor no echar colonia y nada de maquillaje. Fiel a los consejos, esa misma mañana, sólo el agua y el desodorante acariciaron mis tentáculos y al final de la jornada me dirigí a vivir mi primera experiencia UVA.

Llegué al local, la chica me explicó que la máquina comenzaría a funcionar en 3 minutos, que me desvistiese, que entrase en la cabina y si veía que tardaba en encenderse, podría accionarla manualmente en un botón, que ponía start, situado dentro en la parte superior de la puerta. Calculé que su explicación habría durado un minuto y viendo que sólo me quedaban dos antes del tueste, me desvestí en un plis y en nada allí estaba yo, medio en pelotas con las gafas protectoras con la que lo ves todo más negro que el futuro de la Pantoja y agarrada a dos asas por esto de tener los brazos en alto y evitar cualquier marca. En la cabina sonaba M80, pero los tubos permanecían apagados. El tiempo pasa más lento dentro del artefacto y cuando estaba harta de esperar, me acordé del botoncito de start. Créanme que en ese mismo instante supe que lo de querer es poder es una aunténtica patraña. Soy miope, 5 dioptrías por ojo, el botón estaba bastante alejado y con las gafas protectoras no veía un pijo. La solución era fácil, bajar un poco las gafas, intuir la situación del botón y palpando accionar la máquina. Pero pónganse en mi lugar, acaba de leer un folleto donde me avisaban que podría quedar cegata perdida si no llevaba la protección adecuada y tenía miedo que en pleno asomo de mi ojo por encima de la gafa, el aparato entrase en funcionamiento y me quedase para los cupones. Saqué valor del fondo del estómago y mi ojo saltón asomó por encima de la gafa y... ¡¡¡no era capaz de ubicar el botón!!! estaba situado demasiado alto y yo soy demasiado miope. Pensé, si abro la puerta rápido, me pongo las gafas, ubico el botón, me las quito, me pongo las protectoras y con el ojo asomando lo pulso ¿me dará tiempo a tapar el ojo antes del fogonazo?...

Me dió tiempo, pero no el suficiente para pulsar el botón, cuando tenía el dedo en alto y en la dirección correcta, la máquina se puso en funcionamento y M80 dejó de escucharse entre el zumbido de los tubos y el aire que salía del techo intentando paliar el calor que produce tanta luz junta. Los siete minutos pasaron más rápido que los tres iniciales de preparación y hasta casi me quedo dormida colgada de las dos asideras. Salí colorada como una gamba y la extraña sonrisa de la chica al devolverle las gafas me hace pensar en la existencia de cámaras en la sala... Si es así, se habrá echado unas buenas risas viendo a un pulpito medio desnudo, apurado como el que más, con la gafa de protección colgando de un lado y la gafa de ver enganchada en una única oreja. Ni que decir tiene que casi entro en la cabina con mis 8 calcetines ejecutivos... La próxima sesión, sin nervios y con lentillas. Y esta será la nueva Tocotó:

Yatá

Pues eso, que esta misma tarde instalo el ADSL en casa y en breve escribiré cosas más interesantes que ésta:

- Boris Yeltsin: 76 años.
- La Reina Madre: 101 años.

Comprobado, la ginebra es mejor conservante que el vodka... Estoy perdida...

Una breve pausa...

... para instalar el adsl en el nuevo pisito y volvemos enseguida. Espero que pronto porque eso de estar sin internet es un suplicio!!!

Sorpresa...

... pero esta vez de las malas, sí, también existen las malas sopresas como que te decoren la casa cuando no estás con el color que menos te gusta, la fruta perfecta por fuera pero podrida por dentro, el radar a la salida del túnel cuando ibas escuchando a los Foo Fighters, una encerrona con alguien que realmente te "disgusta"... y la que he recibido hace dos días.

En un post anterior contaba como una mala semana de trabajo finalmente tornaba de color de rosa. Sí, ese viernes recibía una carta de un editor de una revista internacional pidiéndome una segunda versión de un artículo que habíamos enviado 5 meses antes (créanme si les digo que la respuesta fue rápida...). Hicimos todos cambios que nos pedían y ya teníamos asumido que la publicación estaba asegurada pero, he aquí la sorpresa: dos días antes de enviar la segunda versión, nos escribe el otro editor rechazándonos el trabajo ¡¡cómorl??...

Enviamos la segunda versión preguntándo que había pasado, por qué nuestro trabajo había pasado por dos procesos de revisión, la respuesta fue que al primer editor tuvo una pájara y pensó que no había tramitado el artículo, así que se lo pasó al segundo editor que se encargo de enviarlo a dos nuevos revisores. Tras pensárselo muuuuucho (1 día), han decidido mandarnos a paseo y rechazar el trabajo, vamos que ni una segunda oportunidad por el trabajo realizado, ni tampoco ser un poco coherentes con su primera opinión que era totalmente positiva...

Ahora mismo ya lo hemos remitido a una nueva revista. Eso sí, como siempre nos queda el derecho al pataleo, hemos escrito un "bonito" mail dejando claro lo que nos ha parecido la actuación de los editores, que esto no es serio ¡coño!.

Mañana, mañana...

Pues eso, que mañana, o pasado escribo un post nuevo en condiciones. Sé que os he tenido muy abandonados últimamente, pero el trabajo, la mudanza y la pereza me han mantenido alejada del blog durante muchos días...

Ahora mismo no tengo muchas novedades que contar, umm, bueno, un par: el viernes que viene abandono el nido familiar, ¡independiente a los 30!. La verdad es que esto de la edad no debería decirlo, que vergüenza, mis verdes mofletes se sonrojan... La otra novedad es que este fin de semana he estado en los Madriles con mis queridísimos Vicisitud y La Navaja en el Ojo. La visita era un poco interesada, para que negarlo, en el fondo de un viaje relámpago de fin de semana estaba el impresionante concierto de Journey, el primero en España de toda su carrera, que se remonta a los 70. El espectáculo fue genial, se notaba que ellos disfrutaban en el escenario y el público estaba totalmente entregado. Sólo nos queda una pena. Cuando fuimos a por nuestro recuerdo sentimental al finalizar Separate Ways...

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... ¡¡¡las camisetas se habían agotado!!! Ya no podré dar mis clases de mañana enfundada en una estupenda camiseta rosa de Journey. The Monch dice que las va a comprar por Internet, pero ya no es lo mismo...

Para los que no conozcan al grupo, lo mejor es que leais este genial post de Vicisitud donde queda perfectamente definido. Intelectuales y gafapastas que se abstengan de leerlo, no podrán apreciar toda la belleza y el AmOR que desprende Journey.

Como colofón a este post os dejo una gran coplilla del grupo (otra en los minutos musicales) y una foto de lo mejor del concierto: Jonathan Cain, el teclista. No es que este señor, que podría ser mi padre, esté bueno ni nada parecido, pero su actitud ligona con el público y sus gestos de "chicas aquí me tenéis" fue de lo mejorcito del concierto.

Mudanzas

"Estimado The Monch,

Después de tanto tiempo sintiéndome vacía y desatendida, me veo en la necesidad de mudarme. Antes nuestra relación era mucho más cordial, me llenaba de diferentes sabores y olores que me hacían sentir feliz y útil. Yo mantenía frescos todos esos sentimientos pero... desde hace tres semanas me siento sola, abandonada. Ni una manzana arrugada, ni limones secos, ni tomates reblandecidos... nada, salvo alguna que otra cerveza. Casi he caído en la tentación de darme a la bebida, sí, ¿esos cascos vacíos?, he sido yo. En un ataque de depresión y Chimay he llegado a pensar en lanzarme al vacío, pero a pesar de mi extraordinario peso, desde un primer piso no habría logrado nada. Igual la solución habría sido escaparme disimuladamente mientras usted cerraba la puerta a su espalda, pero no soy muy silenciosa y mis pequeñas rueditas y el escaso cable que me mantiene viva no serían suficientes para alcanzar siquiera el pasillo...

Echo mucho de menos a Tocotó, ella sí que me cuidaba como nadie, me conocía como nadie, sabía qué me faltaba y qué retirar a su debido tiempo. Por todo ello, he perdido la esperanza de esperar al nuevo inquilino en cuanto usted se marche a convivir con Tocotó. Me he puesto en contacto con una empresa de mudanzas y me voy, me retiro, prefiero dedicarme a ceder mis piezas a compañeras agradecidas.

Atentamente, su vacía nevera durante este último año."

Vaya, The Monch, menos mal que me ocuparé yo de la nueva nevera... Ansiosa estoy por empezar la mudanza.

Felices sueños

Zzz zzz zzz, ups, perdón, me había quedado traspuesta. Disculpen, a ver, me quito la legaña, me estiro con discreción y... ya estoy preparada. Bueno, preparada, preparada, zzz zzz zzz. Pero ¡coño! Espabila de una vez, ¿no ves que ya están aquí tus fieles lectores? Vergüenza debería darte. Te quedas dormida en cualquier sofá, en los seminarios de la universidad, en las sesiones plenarias de los congresos, en el autobús, el avión, el tren, el coche (cuando no conduzco, claro), en el despacho después de comer y antes del café... Vamos, que de un tiempo a esta parte me quedo frita en cualquier sitio. Nunca he tenido problemas de sueño, herencia materna, pero ahora mismo mi tendencia a quedarme dormida aumenta de manera escandalosa. Ya comentaba en un post anterior, que a medida que pasan los años las manías, achaques y arrugas se acentúan. Siempre se dice que cuando te vas haciendo mayor necesitas menos horas de sueño. Yo, soy un bicho raro, con los años necesito más horitas de cama.

Además de dormilona, soy roncadora. Esto... bueno... esto no debería de haberlo dicho que pierdo todo el glamour, pero es verdad, no soy de esas chicas finas que no se oyen cuando duermen. No, yo tengo lo que de manera políticamente correcta se denomina un "respirar fuerte". Antes de que la gente empiece a exagerar y decir cosas del tipo: "yo creía que dormía con un oso", "es que se te oye desde la planta baja", "yo he tenido que dormir con tapones", cosas todas ellas absolutamente falsas, he de aclarar que mis ronquidos surgen cuando duermo panza arriba y, entre otras cosas, me convierte en la roncadora oficial de la playa. Pero eso no es nada, me da un poco de vergüencilla na más. Mi momento tierra trágame fue en clases de yoga hace dos años:
- Ya hemos acabado los ejercicios, procedamos a la relajación (suena música de pajaritos y arroyos).
Para el que no esté puesto en estas lides, la relajación en yoga se hace sobre una esterilla, boca arriba y tapado con una manta. Para colmo, las clases eran justo después de comer.
- Cerramos los ojos, somos conscientes de nuestra respiración profunda. Visualizamos los pulmones llenándose y vaciándose. Nos vamos relajando, notamos como nuestro cuerpo pesa cada vez más, como se hunde en el suelo... (a estas alturas ya no escuchaba del todo a la profesora, era como un susurro en la distancia).
- Notamos como se relajan las piernas, los pies se caen hacia los lados, se abre la boca, cada vez nos hundimos más y más (se abre la boca, se cae la babilla...).

En ese preciso momento surgió mi "respirar fuerte", la risas afloraban a medida que mi respirar ganaba en poderío. Finalmente, una voz firme dijo: "Se acabó la clase". Me despierto feliz, relajada y con 15 personas mirándome fijamente con una sonrisa de oreja a oreja.
Esto me ocurrió en cada una de las clases de yoga. La monitora insistía: "el objetivo de la relajación no es dormirse, pero si a uno le entra el sueño, es tontería que luche contra él". Yo obediente, me dejé llevar sesión tras sesión. Un día me desperté sobresaltada y con voz orgullosa le susurré a un amigo:

- Ja, hoy me he despertado con mi primer ronquido.
- Sí, y con el sexto también…
Resignación, no nací para ser una persona despierta, por lo menos no más de 10 horas al día… y ¡¡¡mira qué hora es!!! Buenas noches me voy a la cama antes de quedarme frita sobre el teclado, que luego me queda la cara cuadriculada... zzz zzz zzz...

Fiebre consumista

No me considero una persona excesivamente consumista, pero tampoco ahorro demasiado. Este aspecto de mi vida debería vigilarlo más, sobre todo teniendo en cuenta que este año me tocará encadenarme a una hipoteca, se acabó el plazo de la cuenta vivienda :-S. Aun así, con al espada de la hipoteca sobre la cabeza, el pasado miércoles sufrí un ataque de fiebre consumista.

La mañana transcurrió normal, pero al mediodía, mientras saboreaba el postre, los del tomate anunciaban: "si quieres que en tu móvil suenen los animales de dos en dos ua ua, envía ANIMALES al 5500." Me encanta ese anuncio, fui una pardilla y en el camino desde el aparcamiento de la Universidad a la Facultad envié ANIMALES al 5500.

Ping, nuevo mensaje: "envía tono, politono o sonitono al 5500". Vale, SONITONO al 5500.
Ping: "envía la marca de tu teléfono móvil al 5500". Me cago en $%&#&$… NOKIA al 5500.
Finalmente me llegó la melodía en mp3 y suena de coña, eso sí, me habré dejado unos 3 o 4 euros en la tontería.

Pasé la tarde entre las clases y mis demostraciones. Finalmente a eso de las siete me fui al centro a comprar un buen moscatel en el Corte Inglés para acompañar el postre en una cenita en casa de Bonnie y Michael Knight. En la entrada del Corte estaba un vendedor de la ONCE, sindicalista, según mi abuela. Yo quería saber si mi cuponazo del 31 de Enero estaba premiado, pero el sindicalista no tenía la lista de premios y me dijo: "yo de ti espabilaba porque el cupón te caduca mañana". Como me daba cosa no comprarle nada le dije: "ya que estamos, dame un cuponazo para el viernes" (2.5 euros).

Me dirigí a la ONCE, en la acera de enfrente calle abajo. En frente de la entrada principal había un kiosco, donde pregunté si era o no la propietaria afortunada del premio gordo. El chico, muy amable, me bajó de las nubes y de nuevo piqué: "vaya, pues dame un rasca de esos" (50 céntimos), el vendedor muy astuto añadió: "¿y no te vas a llevar el cupón especial del día del padre?, puedes ganar un sueldo de 6000 euros durante 25 años"… los ojos me hacían chiribitas pensando en como sería vivir sin preocuparme de una futura hipoteca y… "venga, dame el que más te guste" (4 euros).

Para rematar el día, justo al lado de la ONCE, había una tienda nueva. Entré por curiosidad y allí estaban, esperándome, a mi y a mi tarjeta de crédito: las converse de lunares que llevo dos años buscando… (80 euros). Son mi perdición, lo sé, ¡¡¡ya tengo 4 pares!!!

Y digo yo, el 18 de marzo, cuando esté pegada a la radio, con mis zapatillas de lunares, el cupón en una mano y San Pancracio con el perejil en la otra y sienta ese palpitar acelerado del corazón… ¿qué será? ¿será la ilusión?

Un premio Nobel en Eurovisión

Sé a ciencia cierta que después de leer este post perderé a las fieles visitas que me quedan. Intentaré excusarme, pero es verdad que ninguna excusa vale para describir mi súperplan del sábado noche...

Uno de los muchos inconvenientes de los amores a distancia, sólo 83 km, es que los fines de semana se reparten entre ir a su casa o pasarlos en la mía. Bueno, a decir verdad, pasamos por los dos hogares todos los fines de semana y a final de mes hacemos más kilómetros que Willy Fog. Este sábado tocaba comida familiar en mi casa pero, para la noche nos surgió un gran plan en The Monchlandia: una cena en un buen restaurante con unos muuuy buenos amigos. Cuando llegamos, tras numerosos mal entendidos telefónicos, nos encontramos con la gente cenada y en pijama. Plan B: degustar unos buenos solomillos con los suegros y zapatearnos en el sofá. El frío y el cansancio convirtieron a la tele en el entretenimiento más a mano... Cualquiera que haya intentado ver la tele un sábado noche, se habrá percatado que entretenimiento no es el término más adecuado para definir la programación. Sobre todo cuando es tan tarde que, las películas pasables están todas empezadas y la segunda sesión..., creo que todos sabemos la temática de la segunda sesión. Tras zappear sin éxito, acabamos enganchados al programa de TVE dedicado a escoger la canción que representaría a España en el festival Eurovisión.

Nada más observar al público, la primera palabra que nos venía a la mente y en mayúsculas era ¡SÓRDIDOS! (nosotros no, sólo somos un pelín freaks). El programa lo presentaba Paula Vázquez, que desde que dejó el bikini y salió de la cueva está muy desmejorada, eso sí, lucía un par de pulseras modelo plástico todo a cien que iban de maravilla con el ambiente. Tuvimos la suerte de escuchar las cinco canciones finalistas cantadas por los cinco mejores intérpretes: 4 chicas, dos desafinaban, las otras dos no, y un grupo masculino llamado Nash que pretendía ser un Take That a la española... Las canciones eran: "Busco una chica, looking for a girl", "Reina de la noche, Queen of the night", "tu voz se apagará, ain't gonna be the same", "una lágrima" y "I love you mi vida". Ni me he vuelto loca, ni estoy estudiando traducción e interpretación. Todas las canciones tenían su frasecita en inglés, que viste mucho en Eurovisión y de paso los asistentes pueden corear la mitad del estribillo.

La elección de la tonadilla en cuestión fue mediante votación popular y ¡¡¡por autonomías!!!. El método recordaba a la propia Eurovisión, pero sin el famoso "uayo miní truá pruá". La ganadora fue la menos mala, "I love you mi vida", interpretada por Nash. Apostamos, que no votamos, por ella y acertamos. Ahora sólo queda esperar al 12 de mayo para disfrutar del horterismo, la caspa y los cero points de España en Helsinki. Como decimos los gallegos: ya me tarda...


¿Y lo del premio Nobel?, ¿chaladura pulpera?, ¿una mala digestión de la cena?, podría ser, pero no es el caso. John Forbes Nash (una mente maravillosa) es el único matemático, como una servidora, que ha ganado un premio Nobel, el de Economía. Además, ha sido premiado por sus trabajos en Teoría de Juegos, la disciplina en la que he realizado mi tesis. No, no somos ludópatas, ninguno de los dos, él es esquizofrénico y yo un animal acuático. ¿Se lo imaginan moviendo las caderas al ritmo de "I love you mi vida iiiiiieeeeoooo..."? Esta imagen en mi cabeza antes de acostarme no es una buena semilla para una noche sin pesadillas...

Nota: La foto con Nash nos la sacaron en un congreso en Marsella y la tengo de recuerdo en el despacho.

Propiedad privada

No suelo esconder mucho mi vida privada, a veces llego a pensar que cuento demasiadas cosas personales a gente a la que acabo de conocer. La explicación puede ser que asocio rápidamente cualquier anécdota ajena con una propia, incluso yendo por los caminos más extraños, no es raro que a veces me encuentre con respuestas del tipo "¿y eso que tiene que ver con lo que estoy diciendo?...". El anonimato de este blog es por razones obvias, una profesora no puede dejar que sus alumnos descubran su diario y mucho menos la vista gorda, ya me estoy imaginando el boicot...

Algo parecido me ocurre dentro de casa. No me preocupo por si la cortina esta abierta o cerrada y un vecino curiosea cuando me visto por la mañana o me desvisto por la noche. Mi madre actúa igual que yo, pero ¡ay los hombres de la casa! Viven obsesionados por la privacidad del hogar, hasta el punto de dejar la casa en penumbra a la hora de comer, no vaya a ser que los vecinos desde el pasillo de acceso a los garajes, a través del seto medio seco y la ventana del salón, vean los suculentos platos que tenemos en la mesa. Mi señora madre ha conseguido, tras mucho pelear, dejar el cortinón abierto con la excusa de ver el mini-jardin o lo que vulgarmente llamamos "el verde". La pregunta del millón es ¿qué conseguirán ver los vecinos a través del seto? Poca cosa, por no decir nada. Esa obsesión por el qué verán, que no qué dirán, me ha parecido siempre completamente absurda. Nunca me he sentido observada, o por lo menos de la manera en la que lo "sufren" mi padre y mi abuelo.

Ayer arrancaron el seto. Hemos decidido poner un cierre de aluminio para agrandar un poco "el verde". Ahora mismo, sí que estamos a expensas de los vecinos que se dirigen al garaje y es curioso que ahora sí me resulta incómodo. Me siento como si la casa estuviese desnuda, indefensa y no es agradable. Estoy deseando que Pucho venga a colocar el aluminio, ayer dijo: "venimos mañana si es que no llueve". Prometo que aguantaré y no cantaré ni en el coche ni en la ducha, lo de tararear en sueños ya es otro cantar...


Actualización: Foto del nuevo cierre de aluminio.