Metros cuadrados

La cuenta vivienda nos persigue y esta vez no podemos añadir la coletilla de: pero nosotros somos más rápidos. No, no hay nadie más rápido que hacienda, así que no nos queda otra que encontrar piso antes del 25 de diciembre o, lo que es lo mismo, estas navidades de regalo... ¡una hipoteca!

Hemos comenzado la búsqueda de piso hace 3 días y en 72 horas ya nos hemos hecho una idea muy aproximada de lo "bien" que está el mercado de la vivienda... En el momento que dices: "3 habitaciones, 2 baños, garaje y un presupuesto de 240.000 eurazos" el agente inmobiliario se muerde la lengua y su rostro se tansforma haciendo muecas indescriptibles con tal de no descojonarse en tu cara...

Por otro lado, ni The Monch ni yo tenemos esa visión especial que tienen los que son capaces de decir: "¡qué posibilidades tiene este piso!, es una gran inversión" cuando lo único que alcanzamos a ver son 3 huecos mal distribuídos, un plaqueta de cuando Jesucristo perdió el bolígrafo, los encajitos encima de los sofás de skay y ese penetrante olor de ¡señora, ventile coño!.

Ahora mismo estoy en Valladolid en un congreso, pero a la vuelta retomamos la dura búsqueda... Seguiré informando, pero mientras os cuento una anécdota graciosa que me ocurrió ayer mismo en la plaza mayor vallisoletana. Suena el teléfono:

- ¿Sí?
- Hola, ¿está Andrés?
- No, aquí no hay ningún Andrés.
- ¡Ah! Es que yo llamaba por un piso en la calle Venezuela.
- Bueno, yo no soy Andrés, pero estoy buscando piso y si es en la calle Venezuela y con un precio majete me interesa.
- Puff, pues no es el caso. ¿tu novio no se llamará Andrés?
- No...
- Gracias y disculpa.
- De nada, pero si ves algo interesante por ahí, me llamo Tocotó y noto el aliento de hacienda en la nuca.

Perezosa

Hace poco leí en un blog que cuanto más tiempo se llevaba sin escribir, mayor era la pereza que producía hacerlo. Puedo constatar que efectivamente se trata de mi caso. Hace mucho que tengo abandonado este diario y, la verdad, durante un tiempo fue por vacaciones, después por la depre postvacacional y ¿ahora? Ahora no tengo más excusa que la pereza y lo de este post ya ni tiene nombre...

El escribir en dos blogs supone doble trabajo y después de una pequeña aventura portuguesa he pensado, ¡¡¡qué coño!!! ¿por qué no lo escribo en uno de ellos y luego redirecciono desde el otro? Sí, soy vaga y perezosa como el bicho de la foto, aunque menos peluda.

Todo esto tiene una explicación lógica aunque no lo parezca: el otro blog, La Vista Gorda, que a lo mejor algunos ya conocéis, está dedicado al mundo académico. Bueno, creo que la mejor definición es que en realidad se trata de una vía de escape ante las cosas que nos ocurren en la facultad, ya sean las locuras de nuestros alumnos o las propias, y ya que la anécdota en cuestión está relacionada con mi faceta académica, si tenéis curiosidad... no os queda más remedio que pinchar aquí.