¿A espada de quén?

Hace unos días nos reunimos un grupo de amigos en casa para cenar y catar todo tipo de bebidas espirituosas. Sin saber muy bien porque entre conversaciones varias salió el tema del programa Supermodelo 2007, al que The Monch y una servidora estamos enganchados. Para el que no lo conozca, se trata de un reality donde 12 niñas de 16 a 23 años aprenden modelaje y la que gane representará a España en el concurso internacional Elite Model Look. Es un programa muy entretenido donde se pueden encontrar grandes momentos como:

- Niñah, que man cogío pa la sesión de fotoh de ropa surf en Santander ¿ande está Santander?

- Yo puedo llevar el pelo suelto como recogido (léase: tu llevas las orejas desabrochadas)

- ¡¡¡Porca Troya!!! (el profesor italiano de pasarela cuando haciéndolas desfilar a ciegas se despista y no avisa del final de la pasarela...) o

- El momento en el que Judith Mascó, de la que creíamos en la primera edición que era tartamuda, se arranca con un: "María Vicente siente la espada de Democles sobre su cabeza". ¿A espada de quén?


Según mis amigos la pobre no se había equivocado: "es el acento catalán que le puede". No sé si será verdad, pero gracias a la ayuda inestimable de la enciclopedia Espasa, que lleva muuuchos años combando la madera de las estanterías, recordamos y descubrimos a dos grandes personajes de la historia:

Damocles: Cortesano de Dionisio, tirano de Siracusa, que vivió en el siglo V a. de C. Como envidiaba la fortuna del rey, éste le ofreció por un día su trono, sobre el que Damocles vió una espada suspendida de una crin de caballo y amenazando su cabeza, con lo cual Dionisio le quiso dar a entender que no era envidiable la situación de los tiranos.

Democles (el Hermoso): Joven ateniense de gran belleza que, para escapar a los deseos libidinosos de Demetrio Poliorcetes (que perseguía a quienes trataban de eludir sus galanterías), se precipitó en una caldera de agua hirviendo, suscitando, más que la admiración, el estupor de sus conciudadanos, poco avezados a semejantes ejemplos de pudor y de esquivez, el año 301 a. de C.

Por lo tanto, mejor que estar bajo la espada de Democles sería mucho más acertado decir cosas como: eres más deseado que la 'espada' de Democles o estás más caliente que la 'espada' de Democles... Se me ocurre alguna que otra cosilla más, pero este blog es para todos los públicos...