Nos trasladamos
Hace 5 años
Este diario es una vía de escape de esta cabeza loca que tengo. Simplemente me lanzaré sobre el teclado como infectada por un virus que me obliga a dejar por escrito cualquier cosa, por absurda que sea. Y, la verdad, estoy convencida que me va a sentar de un bien...
... pero esta vez de las malas, sí, también existen las malas sopresas como que te decoren la casa cuando no estás con el color que menos te gusta, la fruta perfecta por fuera pero podrida por dentro, el radar a la salida del túnel cuando ibas escuchando a los Foo Fighters, una encerrona con alguien que realmente te "disgusta"... y la que he recibido hace dos días.
Pues eso, que mañana, o pasado escribo un post nuevo en condiciones. Sé que os he tenido muy abandonados últimamente, pero el trabajo, la mudanza y la pereza me han mantenido alejada del blog durante muchos días...
Como colofón a este post os dejo una gran coplilla del grupo (otra en los minutos musicales) y una foto de lo mejor del concierto: Jonathan Cain, el teclista. No es que este señor, que podría ser mi padre, esté bueno ni nada parecido, pero su actitud ligona con el público y sus gestos de "chicas aquí me tenéis" fue de lo mejorcito del concierto.
"Estimado The Monch,- Ya hemos acabado los ejercicios, procedamos a la relajación (suena música de pajaritos y arroyos).
Para el que no esté puesto en estas lides, la relajación en yoga se hace sobre una esterilla, boca arriba y tapado con una manta. Para colmo, las clases eran justo después de comer.
- Cerramos los ojos, somos conscientes de nuestra respiración profunda. Visualizamos los pulmones llenándose y vaciándose. Nos vamos relajando, notamos como nuestro cuerpo pesa cada vez más, como se hunde en el suelo... (a estas alturas ya no escuchaba del todo a la profesora, era como un susurro en la distancia).
- Notamos como se relajan las piernas, los pies se caen hacia los lados, se abre la boca, cada vez nos hundimos más y más (se abre la boca, se cae la babilla...).
En ese preciso momento surgió mi "respirar fuerte", la risas afloraban a medida que mi respirar ganaba en poderío. Finalmente, una voz firme dijo: "Se acabó la clase". Me despierto feliz, relajada y con 15 personas mirándome fijamente con una sonrisa de oreja a oreja.
Esto me ocurrió en cada una de las clases de yoga. La monitora insistía: "el objetivo de la relajación no es dormirse, pero si a uno le entra el sueño, es tontería que luche contra él". Yo obediente, me dejé llevar sesión tras sesión. Un día me desperté sobresaltada y con voz orgullosa le susurré a un amigo:- Ja, hoy me he despertado con mi primer ronquido.Resignación, no nací para ser una persona despierta, por lo menos no más de 10 horas al día… y ¡¡¡mira qué hora es!!! Buenas noches me voy a la cama antes de quedarme frita sobre el teclado, que luego me queda la cara cuadriculada... zzz zzz zzz...
- Sí, y con el sexto también…
No me considero una persona excesivamente consumista, pero tampoco ahorro demasiado. Este aspecto de mi vida debería vigilarlo más, sobre todo teniendo en cuenta que este año me tocará encadenarme a una hipoteca, se acabó el plazo de la cuenta vivienda :-S. Aun así, con al espada de la hipoteca sobre la cabeza, el pasado miércoles sufrí un ataque de fiebre consumista.Finalmente me llegó la melodía en mp3 y suena de coña, eso sí, me habré dejado unos 3 o 4 euros en la tontería.Ping, nuevo mensaje: "envía tono, politono o sonitono al 5500". Vale, SONITONO al 5500.
Ping: "envía la marca de tu teléfono móvil al 5500". Me cago en $%&$… NOKIA al 5500.
Me dirigí a la ONCE, en la acera de enfrente calle abajo. En frente de la entrada principal había un kiosco, donde pregunté si era o no la propietaria afortunada del premio gordo. El chico, muy amable, me bajó de las nubes y de nuevo piqué: "vaya, pues dame un rasca de esos" (50 céntimos), el vendedor muy astuto añadió: "¿y no te vas a llevar el cupón especial del día del padre?, puedes ganar un sueldo de 6000 euros durante 25 años"… los ojos me hacían chiribitas pensando en como sería vivir sin preocuparme de una futura hipoteca y… "venga, dame el que más te guste" (4 euros).
Uno de los muchos inconvenientes de los amores a distancia, sólo 83 km, es que los fines de semana se reparten entre ir a su casa o pasarlos en la mía. Bueno, a decir verdad, pasamos por los dos hogares todos los fines de semana y a final de mes hacemos más kilómetros que Willy Fog. Este sábado tocaba comida familiar en mi casa pero, para la noche nos surgió un gran plan en The Monchlandia: una cena en un buen restaurante con unos muuuy buenos amigos. Cuando llegamos, tras numerosos mal entendidos telefónicos, nos encontramos con la gente cenada y en pijama. Plan B: degustar unos buenos solomillos con los suegros y zapatearnos en el sofá. El frío y el cansancio convirtieron a la tele en el entretenimiento más a mano... Cualquiera que haya intentado ver la tele un sábado noche, se habrá percatado que entretenimiento no es el término más adecuado para definir la programación. Sobre todo cuando es tan tarde que, las películas pasables están todas empezadas y la segunda sesión..., creo que todos sabemos la temática de la segunda sesión. Tras zappear sin éxito, acabamos enganchados al programa de TVE dedicado a escoger la canción que representaría a España en el festival Eurovisión.
Tuvimos la suerte de escuchar las cinco canciones finalistas cantadas por los cinco mejores intérpretes: 4 chicas, dos desafinaban, las otras dos no, y un grupo masculino llamado Nash que pretendía ser un Take That a la española... Las canciones eran: "Busco una chica, looking for a girl", "Reina de la noche, Queen of the night", "tu voz se apagará, ain't gonna be the same", "una lágrima" y "I love you mi vida". Ni me he vuelto loca, ni estoy estudiando traducción e interpretación. Todas las canciones tenían su frasecita en inglés, que viste mucho en Eurovisión y de paso los asistentes pueden corear la mitad del estribillo.
Nota: La foto con Nash nos la sacaron en un congreso en Marsella y la tengo de recuerdo en el despacho.