Propiedad privada

No suelo esconder mucho mi vida privada, a veces llego a pensar que cuento demasiadas cosas personales a gente a la que acabo de conocer. La explicación puede ser que asocio rápidamente cualquier anécdota ajena con una propia, incluso yendo por los caminos más extraños, no es raro que a veces me encuentre con respuestas del tipo "¿y eso que tiene que ver con lo que estoy diciendo?...". El anonimato de este blog es por razones obvias, una profesora no puede dejar que sus alumnos descubran su diario y mucho menos la vista gorda, ya me estoy imaginando el boicot...

Algo parecido me ocurre dentro de casa. No me preocupo por si la cortina esta abierta o cerrada y un vecino curiosea cuando me visto por la mañana o me desvisto por la noche. Mi madre actúa igual que yo, pero ¡ay los hombres de la casa! Viven obsesionados por la privacidad del hogar, hasta el punto de dejar la casa en penumbra a la hora de comer, no vaya a ser que los vecinos desde el pasillo de acceso a los garajes, a través del seto medio seco y la ventana del salón, vean los suculentos platos que tenemos en la mesa. Mi señora madre ha conseguido, tras mucho pelear, dejar el cortinón abierto con la excusa de ver el mini-jardin o lo que vulgarmente llamamos "el verde". La pregunta del millón es ¿qué conseguirán ver los vecinos a través del seto? Poca cosa, por no decir nada. Esa obsesión por el qué verán, que no qué dirán, me ha parecido siempre completamente absurda. Nunca me he sentido observada, o por lo menos de la manera en la que lo "sufren" mi padre y mi abuelo.

Ayer arrancaron el seto. Hemos decidido poner un cierre de aluminio para agrandar un poco "el verde". Ahora mismo, sí que estamos a expensas de los vecinos que se dirigen al garaje y es curioso que ahora sí me resulta incómodo. Me siento como si la casa estuviese desnuda, indefensa y no es agradable. Estoy deseando que Pucho venga a colocar el aluminio, ayer dijo: "venimos mañana si es que no llueve". Prometo que aguantaré y no cantaré ni en el coche ni en la ducha, lo de tararear en sueños ya es otro cantar...


Actualización: Foto del nuevo cierre de aluminio.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

"No me preocupo por si la cortina esta abierta o cerrada y un vecino curiosea cuando me visto por la mañana o me desvisto por la noche"

¿Donde dices que vives? ;)

Ahora en serio, creo que quién tiene esa obsesión por sentirse observado, es porque también suele fisgonear a través de las ventanas. De todas maneras a mi modo de ver es algo totalmente natural el interés por la intimidad del vecino.

Saludos.

Tocotó dijo...

Es verdad, se te van los ojos. Una cortina abierta es toda una invitación a la curiosidad...

Bienvenido al blog Migue.

Cervecerix dijo...

Pues a mi me pasa al revés... tengo un no sé qué dentro que a la que me observan despierta mi lado exhibicionista y... bueno, mejor lo dejo aquí... :-P

Anónimo dijo...

Comprendo lo que dices de que los alumnos puedan conocer tu blog y comenzar a boicotearlo. A mí me descubrieron que escribía, no en la navaja, sino en otro blog donde entra mucha gente y me asusté. Quité mis apellidos y todo. Luego empezó a entrar una persona muy pesada, obsesionada conmigo y me intranquilizó pensar que pudiese ser un alumno. Aunque al final concluí que no. Mejor que no sepan estas cosas.

Lo que dices de tu familia y de a qué miembros les importa la privacidad, me extraña. Normalmente, suelen ser las mujeres las que se preocupan más por el qué dirán. Y tu hermano, aunque sea chico, no ha heredado esa preocupación de tu abuelo y tu padre. Él se cambia de ropa en el salón, con el balcón abierto. Le digo que le van a ver las señoras viejas de enfrente y él se da la vuelta, agita su largo brazo y dice: "Hola, señoras viejas de enfrente".

A mí, que me vean esas personas que viven enfrente, es decir, en otros edificios, me da igual. Pero ya cuando es por el patio y se trata de los vecinos de edificio, como nos conocemos, me da más reparillo.

Así que estáis cambiando el jardín. Me lo había dicho tu madre. Seguro que queda muy bien. Así siempre habrá cosas nuevas cuando vayamos.

Mary Lovecraft dijo...

¿sabes Tocotó? yo siempre he sido un poco de tener necesidad constante de sentirme protegida ya fuera física o psicológicamente de hecho, creo que la primera es reflejo de la segunda así que.....puedo comprender perfectamente como te has sentido cuando arrancaron por fin el setito de tu casa porque así es como yo me hubiese sentido todo el rato de no haber existido el susodicho setito y es que soy muy celosa de mi intimidad o lo que considero mío pero más bien visto como un método de protección contra "agresiones externas" que pudieran minar mi YO, nusé si me explico............

si es que a estas horas me pondo de filosóficaaaaaaa.......................................

Laura Vila dijo...

Bueno, yo llevo cinco años viviendo ya en una casa y aún no tengo cortina en la habitación. Y creo que se quedará así hasta que parta del nido (el día menos pensado).
Por cierto, señorita Tocotó, viendo su post, debo pedirle disculpas por haber preguntado por la asignatura que usted impartía. La pregunta era de lo más inocente, se lo prometo, pero comprendo sus razones.
Besiños desde Madrid.

Tocotó dijo...

Navaja: Vaya, pues menudo miedito que un pirado entre en el blog. Me parece fascinante que alguien se pueda obsesionar con un personaje anónimo... Mejor que no sea un alumno, a ver si en breve tenemos un club de admiradores de la gafa en el ojo, ups, perdón, la navaja en el ojo...

Lo del jardín creo que va a quedar muy bien, además, si no hay problemas, hoy mismo ponen el aluminio y la casa recupera sus vestiduras.

Mary: Yo siempre he sido muy miedosa por todo, pero lo de las cortinas no me produce sensación de inseguridad. En cambio, lo del seto ya es otra cosa y eso que no era altísimo y la puerta de entrada al porche sigue abierta como siempre... ¿Filosófica a la 1 de la madrugada? enhorabuena, yo a esa hora estoy morfeósica...

Laurita: No se preocupe por la pregunta, ya me di cuenta que no iba con ninguna intención oculta. Lo único que puedo decirle es que imparto clases de estadística y como decía Mayra, hasta aquí puedo leer. Besiños.

Tocotó dijo...

Cervecerix, prefiero no imaginarme como sería su participación en Gran Hermano o un programa semejante, ante su "problema" con ser observado... ;-)

laonza dijo...

Que suerte que puedas tener verde! ... varias cosas.. si yo fuera tu vecina si cotillaría agusto jeje, necesito que cuando este lista la reformilla hagas un post a ver que tal quedó.. y gracias por tu comentario en mi ultimo post... besos mi pulpis, a la espera de próximas fotos )profe de que... si se puede saber? ahshhh vale vale dejo la curiosidad no vaya a ser que la curiosidad mate a la onza jiji besos

Mary Lovecraft dijo...

¿Estadística dices?????? vaya Tocotó de haberte conocido 10 años atrás quién sabe si hubiese podido terminar la carrera de mis sueños (Psicología) la cual tuve que dejar aparcada (espero terminarla tarde o temprano) por causa de la tan odiosa estadística???? (más bien odioso fue el profe y de ahí que la estadística se me diese tan mal porque luego, lo que son las cosas, sí la aprobé en Trabajo Social, carrera que sí terminé.

pos eso, a ver si nos cruzamos los caminos y me ayudas a terminar de hacérme psicóloga de una vez por todas!

besiños! ;)

Tocotó dijo...

Laonza, la foto en cuanto la tenga la añado al post.

Laurita, me alegro que al final la estadística no haya sido una bestia negra en trabajo social. Es verdad que en muchas ocasiones el profesor hace una asignatura odiosa (espero que no sea mi caso :-S). Conozco un caso parecido, donde un "profesor" de estadística, que debía ser licenciado en algo que no tenía nada que ver y no tenía ni idea, daba por malas las soluciones que no siguiesen la notación de su "libro de cabecera"... Encontrarte con individuos así es lo peor...

Anónimo dijo...

mientras tengas cosas buenas, que te las vean!

Anca Balaj dijo...

pues yo soy de cortinas. La acera esá al otro lado de mi ventana y suelo rezar que no se me paren a hablar delante, porque no me interesan los cuchicheos de los vecinos... ay...

te echaré una mano y también me abstendré de cantar

Tocotó dijo...

Noemí, la de cosas bunas que tengo, pufff no me llegan los 8 tentáculos para abarcarlas todas...

a-minúscula, supongo que nunca me he preocupado por las cortinas porque antes vivía en un piso trece y ahora, en la playa, al ser un adosado que no da a la calle, los posibles cotillas son los vecinos desde la entrada del garaje o los de las casas de enfrente... Si la acera estuviese al otro lado de mi ventana, otro gallo cantaría...

Anónimo dijo...

Van dos veces que pongo algo y no se queda. A lo mejor no sé leer las letritas torcidas que aparecen. A ver si con las gafas...

Pues nada, había puesto que enhorabuena porque os hayan puesto ya la verja y que menuda rapidez.

Seguro que tu madre le pone alguna florecilla o plantita trepadora.

Espero que podamos verlo dentro de nada.