
(Del taller a casa...)
- Pues que día malo que hace ¿verdad?
- Sí, menuda primavera que tenemos, ahora sí que estarán los embalses a rebosar.
- A ver si se pone bueno pronto, bueno, cuéntame que pasó con el coche.
- Pues nos íbamos a Vilagarcía y en lugar de arrancar aquello sonaba como una castañuela.
- ¿Sabes arrancarlo con las pinzas?
- No me atrevo, a ver si acabamos con los dos coches en el taller.
(...)
- Yo ya estoy jubilado, ahora lo lleva todo mi hija, le encanta el taller, ya de siempre le gustó conducir y todo lo relacionado con los coches... Muchas veces se va con el marido a Portugal, les encanta, a mi en cambio no me gusta mucho la comida portuguesa.
- ¿Qué me dice! Con lo rico que está allí el bacalao, lo preparan de maravilla en cualquier sitio de mala muerte.
- No sé, será manía mía, en cambio a ellos les encanta.
- Ahora todo el mundo va mucho a Portugal por Ikea.
- Sí, mi hija alquiló una furgoneta donde mi sobrino, que trabaja en Europcar, y se trajeron un montón de muebles. Me costó un poco montar el primero pero luego ya conocía bien todos los tornillos y es muy fácil, además están muy bien de precio.
- Pues un amigo mío pagó para que se los llevasen a casa y yo creo que esos 200€ compensaron el alquilar la furgoneta y sobre todo el cargar los muebles...
- Es verdad, porque mi hija, vive en una casa antigua y es un tercero sin ascensor, yo les quería ayudar, pero sólo se los bajaba de la furgoneta y el marido los subía al piso, es que está en forma. Antes hacía taekwondo, así se conocieron, en el gimnasio.
(...)
- Vaya, pues parece que con las pinzas ya arranca, así que ahora volvemos a tu trabajo y ya me lo llevo yo al taller.
- Lo que pasa es que igual voy a recoger el coche un poco tarde...
- No pasa nada, hablas con mi hija y a ella no le importa esperar. Como no tiene hijos y le gusta el taller... A veces tengo que estar encima de ella para que se marche y me dice: "ya cocina la cena mi marido", porque ahora las cosas han cambiado, para bien ¿eh? para bien...
- ¿Y su otra hija tiene hijos?
- Que va, no me dan nietos ninguna de las dos, la pequeña ni siquiera tiene novio. Ni tiempo tiene, es juez y tiene la casa llena de libros en estanterías de Ikea. Mi mujer me dice que en un día le va a decir algo a la mayor, pero yo le digo que la deje tranquila... que en esas cosas es mejor no meterse.
- Pues tiene toda la razón, a mi mi abuelo me trae la cabeza loca con eso de que no llegará a conecer a sus biznietos... Vaya, ya llegamos. Por la tarde me paso a recogerlo. Muchas gracias por todo.
- Me alegro.
Cuando viva en el centro, me perderé la mitad de estas conversaciones, alguna desventaja tenía que tener abandonar la periferia ¿no?