
1. Compra revistas de decoración de manera compulsiva. He llegado a comprar la misma dos veces por error.
2. Se ha sumergido en el mundo picasa para mantener informado a todo el mundo de los destrozos del piso.
3. Es incapaz de no introducir en cualquier conversación una alusión a la marcha de la reforma:
- Pues se compró un abrigo rojo muy chulo.
- ¡Qué casualidad! nosotros hemos escogido el suelo del aseo en un tono rojo teja muy chulo, acompañado de unos azulejos en rojo, gris y blanco para la ducha, aquí mismo tengo las muestras... ups, perdón.
- Estoy deseando que llegue el fin de semana para descansar, llevo una semana horrible.
- Y yo, esta semana no han hecho nada, y en cambio la pasada ya arrancaron todo el alicatado y desencombraron, estoy deseando que sea lunes para pasarme por la obra a ver los avances... ups, perdón.
- Aun no sé que hacer con este artículo, ¿a qué revista lo envio?
- Pues anda que yo... miedo me da cuando tenga que escoger la pintura para las paredes, con lo que nos ha costado decidirnos por los tiradores de la cocina... ups, perdón.
4. Lleva constantemente un metro en el bolso y lo saca en décimas de segundo en cualquier ocasión, ya sea para medir paredes, muebles o la distancia que ha de haber entre la mesa y la pared para levantarse cómodamente de la silla.
5. Y como no, escribe un post sobre su reforma con una "bella" foto del antes y el durante de la cocina en el encabezado y una foto de lo que esperamos ver en unos meses como cierre.