La madre de Tocotó es alta, delgada, con el pelo corto castaño claro y unas mechas rubias fruto de la coquetería y unas cuantas canas. Debería usar gafas, pero ¡ay!, el peso en su estilizada nariz le molesta. Cocina como nadie y en cantidades industriales como buena madre gallega. Es lanzada para hacer inversiones, planificar gastos o cualquier otra cuestión económica, de hecho, es la jefa haciendo las declaraciones de la renta de compañeros y familiares, consiguiendo llenar la casa de cajas de bombones de agradecimiento. Sin embargo, se vuelve loca para escoger la ropa para ir a trabajar.

Es una lectora tardía, pero muy aplicada. Tiene especial afición por las plantas y es capaz de memorizar los extraños nombres de las más de 15 especies diferentes que adornan los metros de jardinera del porche de casa:
Tocotó: La planta de la esquina ¿cuál es?
Mamá: Esa es el lacto-spermo.
Tocotó: Vaya que sugerente... (Internet nos descubrió días después que su verdadero nombre era
lepto-spermo, pero no le hicimos caso, ¿¿¿quién sabe más que mamá sobre plantas???)
Es una experta en lidiar con la pandilla de "chiflados" que tiene por familia, Tocotó y
Vicisitud son una fiel muestra de ello. Es más, para estar al tanto de todas nuestras locuras, ha asistido a un curso de Internet y ahora es asidua de nuestros blogs junto con el de
La Navaja en el ojo, su nuera favorita. Su próximo paso será publicar comentarios. Se escabulle diciendo que no tiene inventiva, pero es la peor excusa que podría poner y una muestra de ello serían los siguientes momentos nescafé:
Cuando éramos pequeños, su paciencia sin igual quedaba plasmada en ser la encargada de leernos todas las instrucciones de los juegos que nos regalaban en fechas señaladas. Unas navidades, uno de los paquetes era el juego de mesa superhéroes del cual el único recuerdo que tengo es el que paso a relatar a continuación.
Mamá: Sentaros ahí que vamos a ver como se juega a esto (coge las instrucciones y se dipone a iluminarnos). (...) se lanza el dado y se avanza tanto como indique el resultado (...) Durante el transcurso del juego, si el superhéroe se encuentra con un supersevillano (¿ein?), se toma una carta del montón y se procede a lanzar el dado sumando a la puntuación obtenida la que aparece en la tarjeta. Si gana el supersevillano, se retrocede a la salida. En caso contrario, se continúa con la partida. (Así estuvo un buen rato hasta que acabó con el libro de instrucciones).
Vicisitud: Mamá, ¿estás segura que pone supersevillanos? qué raro, ¿atacarán con unas castañuelas?
Mamá: Ups, los supervillanos...
Hace cuatro años. Decidió comprar unos auriculares inalámbricos a
Vicisitud, así podría pasearse por casa a gusto con su música favorita a un volumen brutal y sin enloquecer a los vecinos, ni a
Navaja. Una tarde de compras navideñas, tras echar una visual en una tienda de música, asustadas por el precio de los auriculares, decidimos ir al Corte Inglés. Una vez en la sección adecuada, la escucho susurrarme:
Mamá: Fíjate en la marca, los que vimos en la otra tienda eran marca "birulés" (o así lo pronunció)
Tocotó: Pues esa no me suena, qué raro, y encima con ese precio...
Tras buscar durante un rato en una estantería repleta de auriculares, una palabra grabada en cada una de las cajas me llamaba poderosamente la atención, ¡¡¡wireless!!! No, no podía ser. Misteriosamente, todos los paquetes eran de la misma "marca"... Compramos el regalo y nos fuimos con un par de lagrimones en cada mejilla. Desde entonces cualquier red inalámbrica se llama Birulés (la de casa también, como no) en honor a las soberanas carcajadas de ese día.
A lo mejor a alguien se le ocurre pensar que la madre de Tocotó está igual de chiflada que su hija, pero no... en este
artículo se puede ver de dónde ha heredado Tocotó cada una de sus rarezas y el porcentaje asociado a su madre es pequeño, aunque de mucha calidad... Mi santa madre, es una persona especial, ¡qué digo especial!, espectacular y por ello se merecía un post en esta recién inaugurada bitácora.