Se acabó el estar escondido detrás de las rocas, por fin una temporada de descanso. Los gallegos cambian sus costumbres culinarias.
Algo bueno tenía que tener la crisis.
Nos trasladamos
Hace 4 años
Este diario es una vía de escape de esta cabeza loca que tengo. Simplemente me lanzaré sobre el teclado como infectada por un virus que me obliga a dejar por escrito cualquier cosa, por absurda que sea. Y, la verdad, estoy convencida que me va a sentar de un bien...